La premisa familiar de 'A Working Man'
Desde el primer momento, 'A Working Man' se presenta como una película diseñada para los fanáticos del cine de acción más puro. Jason Statham, en el papel de Levon Cade, no decepciona con su característico estilo de 'duro con corazón', algo que hemos llegado a esperar de sus películas. Aquellos que disfruten de sus papeles anteriores, como en 'The Transporter', encontrarán aquí esa misma esencia adaptada a un nuevo entorno. La película nos lleva a un Chicago oscuro, donde Levon, un ex marine real convertido en capataz de construcción, se ve empujado una vez más al mundo de la acción desenfrenada cuando la hija de su jefe es secuestrada.
La fórmula ganadora de Ayer y Statham
Dirigida por David Ayer, quien ya ha trabajado con Statham en 'The Beekeeper', 'A Working Man' se siente como un homenaje a las películas de acción de los años 80, donde un hombre puede cambiar el rumbo de la violencia por sí solo. Sin embargo, hay una sutil evolución en cómo se presentan estas historias. La química entre el director y el actor es evidente, y aunque la trama puede parecer poco original para algunos críticos, la efectividad de sus secuencias de acción es indiscutible.
Un reparto que acompaña bien
Michael Peña y Isla Gie ofrecen actuaciones sólidas como el jefe de Levon y su pequeña hija respectivamente. Peña, en especial, aporta una credibilidad emocional que da peso a sus interacciones con Statham. Noemi Gonzalez, en el rol de la secuestrada Carla, sorprende con su habilidad para darle un giro inesperado a la historia, demostrando que puede valerse por sí misma.
El legado de Jason Statham en la acción moderna
Statham ha construido su carrera alrededor de personajes que navegan entre lo civilizado y lo desbocado. En 'A Working Man', este contraste se refuerza, mostrando un lado más vulnerable en su relación con su hija, mientras que no escatima en brutalidad contra sus enemigos. Estos personajes resuenan gracias a su dominio de la fisicalidad y un carisma que permite que el público continúe apoyándolo película tras película.
Un retorno a la acción directa
La película no trata de presentar un nuevo paradigma en el género. En cambio, se regodea en lo que los fanáticos esperan: una narrativa sencilla con acción imparable y un héroe que, aunque improbable, es infinitamente encantador. Los actores secundarios y las tramas ofrecen justo lo necesario para mantener al espectador inmerso en este mundo donde la virtud puede ser violenta pero nunca aburrida.
Conclusiones
En definitiva, 'A Working Man' es exactamente lo que se propone ser: un vehículo para que Jason Statham despliegue su talento en un género que claramente domina. La dirección de Ayer permite que el film se desenvuelva sin contratiempos, asegurando que no se desvíe de su objetivo principal: entretener. A los entusiastas del cine de acción les espera un placer culpable, mientras que los recién llegados podrán disfrutar de una dosis saludable de acción directa. Personalmente, valoro la consistencia que ofrece Statham con cada papel y esta película suma un capítulo más a su sólida filmografía.