Una Aproximación Al Remake
Al adentrarme en 'Abigail', esperaba ese seductor aroma a clásico que muchas veces encontramos en los remakes bien ejecutados. Con un guiño al 'Drácula' de 1931 mediante la música de 'El Lago de los Cisnes', tuve un breve momento de encanto que, desafortunadamente, se esfumó rápidamente en los siguientes tres minutos. En lugar del suspenso refinado que anticipaba, me vi envuelto en lo que parecía un thriller de secuestro ordinario y vulgar.
Precariedad en el Argumento y los Personajes
La película, que presenta a Abigail (Alisha Weir) como protagonista, se despliega con bandidos caricaturescos, luchas internas, y una falta de originalidad preocupante. Incluso la introducción del padre de Abigail, Kristof Lazar (Matthew Goode), como el omnipotentemente malévolo líder del inframundo, no logra levantar el interés del espectador debido a la superficialidad en el desarrollo de los personajes y la monotonía del guión.
Violencia y Estruendo en Vez de Sutileza
Se hace evidente que Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, directores conocidos por su labor en las últimas películas de 'Scream', han optado por el exceso en todos los niveles, fallando en capturar la esencia de lo que podría haber sido una revitalización ingeniosa de 'Dracula's Daughter'. La continua violencia física, con desmembramientos y sangre a borbotones, eclipsa cualquier vislumbre de la complejidad psicológica que cabría esperar de la descendencia de uno de los personajes más emblemáticos del género de terror.