Reencuentro con un Clásico del Gótico
Volver al universo de 'Beetlejuice' con 'Beetlejuice Beetlejuice' es como abrir una cápsula del tiempo de la singular mente de Tim Burton. La película original de 1988 no solo era una comedia, sino una fantasía macabra, un horror de alto camp y una montaña rusa de bromas de feria. Recuerdo que la primera vez que vi 'Beetlejuice', su humor irreverente y la visión de un más allá surrealista redefinieron la comedia de horror. Michael Keaton, con su energética actuación como el bio-exorcista Beetlejuice, dejó una marca imborrable en la cultura pop.
El Regreso de viejos Conocidos
'Beetlejuice Beetlejuice' abre con el icónico tema musical de Danny Elfman y un sobrevuelo de Winter River, Connecticut, donde Lydia Deetz (Winona Ryder), la ex adolescente gótica, ahora presenta un show paranormal. Burton no teme reintroducir personajes queridos como Delia (Catherine O'Hara) y el mismo Beetlejuice (Michael Keaton), cuyo regreso es tan descaradamente irreverente como siempre. Keaton demuestra que, a sus 73 años, aún puede infundir el mismo vigoroso y sórdido carisma en su papel.
Nuevos Personajes y Dinámicas
Jenna Ortega se une al elenco como Astrid, la hija de Lydia, quien desprecia las ocupaciones fantasmales de su madre. Justin Theroux interpreta a Rory, el torpe y oportunista productor de TV y novio de Lydia. Monica Bellucci hace una aparición destacada como Delores, una ex esposa de Beetlejuice hecha trizas que se reensambla grotescamente al ritmo de 'Tragedy' de Bee Gees. Es un elenco diverso que añade capas a la narrativa, aunque a veces de manera un tanto incoherente.
El Toque Burtoniano
Burton vuelve a su marca registrada de humor negro y estética gótica, con escenas desquiciadamente inventivas. Desde un Beetlejuice fungiendo como terapeuta de parejas hasta números musicales bizarros como 'Soul Train' y una secuencia de boda delirante al son de 'MacArthur Park', la película es un desfile de imaginación macabra. Sin embargo, algunas de estas ideas pueden resultar más bien un ejercicio de nostalgia en lugar de aportar algo fresco.
Conclusiones
Al final del día, 'Beetlejuice Beetlejuice' es una carta de amor a los fanáticos de Tim Burton y al espíritu del filme original. Aunque carece del impacto y la innovación del primer 'Beetlejuice', ofrece suficiente chispa y diversión para hacerla una secuela entretenida. No es una obra maestra, pero sí un homenaje digno a un clásico de culto. Si eres fan de lo macabro y de Burton, encontrarás momentos para disfrutar y recordar.