Una visión fresca del universo DC
Black Adam, encarnado por Dwayne Johnson, emerge casi 5,000 años después de recibir poderes divinos y ser sellado en una tumba antigua. Liberado en un mundo que ha avanzado sin él, el personaje trata de impartir justicia a su manera. Esta es una historia originaria en dos horas, sorprendentemente refrescante y necesaria.
Empaque comercial, alma de entretenimiento
La dirección de Collet-Serra, al más puro estilo de blockbuster bailable, se combina bien con el forcejeo de Johnson en la pantalla. Una visión más oscura y a veces violenta, pero nunca demasiado ambigua, se mezcla con la esencia comercial de la producción de gran presupuesto.
Ni esencial ni revolucionaria, pero suficientemente buena
Mientras que 'Black Adam' no ofrece nada revolucionario, cumple como una película de elaboración competente y entretenida. Aunque se le puede culpar por su falta de originalidad, ofrece una dosis adecuada de entretenimiento para los fanáticos de los cómics y casuals por igual.
Contrapuntos
Algunos momentos de conflicto pueden deberse a las regrabaciones y un tono implacablemente serio. Aunque algunos elementos del CGI generan debate, otros momentos como Pierce Brosnan como Doctor Fate son aspectos destacados del film.