Un viaje familiar extraordinario
Al ver 'Blink', me sentí conmovido por la valentía de la familia Lemay-Pelletier. La pareja canadiense Édith Lemay y Sebastian Pelletier enfrenta un desafío único: tres de sus cuatro hijos padecen retinitis pigmentosa, una condición que les hará perder la vista. Frente a esto, deciden llevar a sus hijos en un viaje por el mundo para crear recuerdos visuales antes de que sus campos de visión se desvanezcan. Desde el inicio, el documental de National Geographic promete ser una experiencia emotiva y educativa, debido a su enfoque en esta condición poco conocida y la representación realista de cómo es vivir con discapacidad visual.
La narración visual y emocional
El director Edmund Stenson, junto al director de 'Navalny', Daniel Roher, inician la historia con una toma épica que recuerda a 'El Señor de los Anillos': la familia de seis avanza por un paisaje nevado y remoto. Esta imagen inicial subraya la pequeñez del ser humano frente a un mundo natural vasto e indiferente. Sin embargo, los cineastas optan por un enfoque más cálido de la narrativa, siguiendo a los padres que intentan con determinación encontrar la positividad en una situación que por naturaleza es desgarradora.
Retratos de una familia
A través de un estilo documental de observación, conocemos a los hijos: Léo es el soñador de la familia, Mia es la líder nata, Colin es el más excéntrico y Laurent filosofa desde su tierna edad. Édith, la madre, habla abiertamente sobre la crianza de los cuatro, describiéndola como un ejercicio de aceptar el caos. Mediante su viaje, los espectadores somos testigos del crecimiento y la adaptación de cada miembro a la inevitable pérdida visual.
Reflexiones y conclusiones
El documental llega a una profunda conclusión: más allá de las maravillas del mundo, el tiempo compartido y la unión familiar son lo verdaderamente invaluable. 'Blink' nos recuerda que aunque hemos visto muchas piezas sobre la belleza natural, pocas capturan la intimidad y la conexión humana como lo hace este film. Ver a los niños jugar con cachorros especialmente entrenados como perros guía es un recordatorio de que incluso en lo ordinario, existe una belleza que trasciende las imágenes espectaculares.