Un Canto a la Nostalgia Musical
Desde la apertura de 'Chicas malas el musical', con un plano secuencia que captura la esencia de esta nueva versión, se percibe el respeto por el material original y la intención de hacer algo más que una simple repetición. Si bien por momentos el film dirigido por Samantha Jayne y Arturo Perez Jr puede parecer un eco de su predecesor de 2004, cuando la música comienza a fluir, el estadio escolar se inunda de luz, color y alegría, revelándome lo que podría haber sido un espectáculo más audaz y vibrante, que celebra la vida adolescente con todos sus altibajos.
Actualización en Guion y Humor
El guion de Tina Fey consigue actualizar la película sin perder el inconfundible sello de ironía y un timing cómico excepcional. Aunque la trama se adhiere con fidelidad al guión original, los nuevos chistes y diálogos refrescan la historia, a pesar de arrastrar algunos problemas estructurales. Por un lado, la película parece querer demostrar a toda costa que estamos en una nueva era, pero es precisamente cuando olvida esta premisa cuando se convierte en una narrativa atemporal que aún resuena con su audiencia.
Dirección Musical Audaz
La dirección brilla especialmente durante los números musicales, con coreografías y movimientos de cámara que merecen un aplauso. Sin embargo, estos momentos destacan a su vez los lapsos donde la dirección parece perder ímpetu y se vuelve algo plana. Es en el terreno musical donde 'Chicas malas' realmente encuentra su identidad y se distingue dentro de un mar de remakes innecesarios, gracias a las actuaciones vocales de Angourie Rice, Renée Rapp y Auli'i Cravalho, que aportan frescura y energía a la producción.
Conclusiones
Mi experiencia con 'Chicas malas el musical' es un testimonio de cómo una película puede evocar la magia de su predecesora y al mismo tiempo brillar con luz propia. La combinación del encanto de los musicales y el respeto hacia el material original resulta en una obra que consigue ser 'fetch' una vez más. No fue necesaria su realización, pero ciertamente enriquece el mundo de sus personajes con nuevas canciones y un espíritu que trasciende la pantalla. Una vez más, he caído bajo el encanto de este clásico renovado que celebra el arte de ser un 'musical' sin complejos.