Expectativas versus realidad
Desde que aterrizó en la parrilla de Telecinco en noviembre de 2023, ‘De Viernes’, conducido por Beatriz Archidona y Santi Acosta, nos vendió la ilusión de una revolución en el mundo del cotilleo televisivo. Con un inicio que rozaba un 14% de share, el programa parecía prometedor. Sin embargo, esa promesa sólo se desvaneció con el tiempo, marcando un mínimo de 9.3%, un resultado que palidece frente a competidores como 'Tu cara me suena'.
El precio de la fama
Telecinco no escatimó en gastos con ‘De Viernes’, ofreciendo sumas estratosféricas a sus huéspedes con la esperanza de un retorno que jamás llegó. El formato, aunque contaba con recursos ilimitados, no logró desbancar a sus rivales, dejando claro que el dinero no siempre es sinónimo de éxito en la televisión.
Un desfile de corazones rotos
El espectáculo se promocionó como un 'corazón bonito' enfocado en el bienestar de sus protagonistas, pero la realidad mostró un programa repleto de escenarios controversiales que rayaban en lo morboso. Invitados como la hermana de Edwin Arrieta, hijos de famosos, y Joana Sanz compartieron sus historias en un decorado que distaba mucho de ser benevolente o cuidadoso.
Un fallido toque de elegancia
‘De Viernes’ intentó, sin éxito, disimular su contenido sensacionalista con un atuendo de falsa elegancia entre sus colaboradores. Unas vestimentas de cóctel y puesta en escena que fallaron al intentar otorgar prestigio periodístico a un formato que no logra ocultar su naturaleza buitre.
Un carisma inexistente
Santi Acosta, tras más de dos décadas en pantalla, aún no consigue dejar una huella distinguible en el espectador. Con un carisma que no trasciende, Acosta dirige un programa que parece un reflejo deslucido de 'Salsa rosa', sin la narrativa apasionante que caracterizaba a principios de los 2000.