Un Bromance R-Rated lleno de risas y nostalgia
Deadpool, interpretado por el siempre sarcástico Ryan Reynolds, se reencuentra con Wolverine, el emblemático mutante de Hugh Jackman en ‘Deadpool & Wolverine’. Desde que ambos personajes adquirieron poderes regenerativos en el programa Weapon-X, su rivalidad ha sido una constante fuente de humor y acción. El regreso de Wolverine no solo reaviva esta rivalidad, sino que también ofrece una dosis emocional inesperada en los últimos minutos de la película.
Humor subversivo y fan-service
Lo que distingue a Deadpool es su capacidad para romper la cuarta pared, proporcionando una crítica mordaz y divertida sobre las decisiones creativas más osadas. En ‘Deadpool & Wolverine’, este enfoque se convierte en una herramienta para conectar con la audiencia, burlándose incluso de las restricciones creativas de las grandes corporaciones como Marvel. Este subversivo enfoque es lo que hace que la película no sea solo una comedia, sino una sátira sobre el propio género de superhéroes.
Una comedia con corazón
Dirigida por Shawn Levy, esta entrega se beneficia del fuerte vínculo y la química entre Reynolds y Jackman. Mientras que las escenas de acción pueden no ser tan pulidas como en entregas anteriores, la dinámica entre los dos protagonistas mantiene el ritmo y la diversión. A lo largo de la película, Deadpool lucha con el deseo de 'importar', un tema que resuena profundamente en un mundo de franquicias desechables y sobreexplotadas.
Conclusiones
En definitiva, ‘Deadpool & Wolverine’ es una película que se atreve a ser diferente en un agotado universo de superhéroes. Gracias al humor irreverente de Ryan Reynolds y la presencia imponente de Hugh Jackman, se logra una despedida agridulce pero satisfactoria al capítulo de X-Men de Fox. Le doy un sólido 8 de 10 por ser fresca, divertida y conmovedora en la medida justa.