Expectativas y Riesgos de una Secuela
Después del éxito rotundo de 'El hoyo' en festivales como Toronto y Sitges, y al convertirse en una de las películas españolas más vistas en Netflix, era inevitable que llegara una secuela. Sin embargo, la secuela de una película exitosa viene con sus peligros: repetir la fórmula sin innovar o tratar de explicar los enigmas construidos en la original de manera apresurada. Afortunadamente, 'El hoyo 2' elude ambos riesgos gracias a Galder Gaztelu-Urrutia y su equipo, entregando una obra que amplía el universo y revolucionando sus reglas, sin perder su esencia.
Nueva Historia, Nuevas Reglas
'El hoyo 2' nos lleva de nuevo a esa temida e interminable plataforma, una metáfora sobre el ascensor social y las desigualdades de nuestra sociedad. A través de Perempuán (Milena Smit) y Zamiatin (Hovik Keuchkerian), nos sumergimos nuevamente en la lucha por la comida y la supervivencia, con reglas cambiadas sustancialmente. La película plantea que en una sociedad vertical y capitalista la mejor manera de repartir riqueza es de manera horizontal, aunque esta utopía pronto choca con la realidad del egoísmo humano.
Un Componente Bíblico y Dictatorial
'El hoyo 2' continúa abordando el pesimismo sobre la humanidad y su incapacidad para unirse sin conflictos, añadiendo un componente bíblico y religioso. Al fallar la política, se apela a las creencias, seguido del autoritarismo y finalmente, la anarquía y el caos. La distopía muestra el peor lado del ser humano, con la excusa de la supervivencia individual, mientras el Gran Hermano de este universo sigue controlándolo todo.
Conclusiones
Si pensabas que habías entendido el final de 'El hoyo' y el mensaje de la panna cotta, 'El hoyo 2' te hará reconsiderarlo. La película enlaza con el pasado y abre puertas a futuras entregas, dejando claro que este universo continuará expandiéndose. Lo mejor de la secuela es su capacidad para reinventarse y dejarte con ganas de más. Sin embargo, existe un peligro: que se genere un efecto 'Perdidos', donde las respuestas nunca lleguen porque simplemente no existen.