Pinceladas de un mundo en peligro
A través de la cámara de Hamaguchi, nos adentramos en un viaje lento y reflexivo por entre los bosques a través de un travelling que enfatiza el contacto de lo natural, tan a punto de perderse en la modernidad.
Tropezar con la misma piedra
Dos trabajadores de una agencia de talentos son la imagen de los urbanitas que, al toparse con la realidad del campo, caen en su propio juego de falsa comprensión.
Impredecible naturaleza
'El mal no existe' destaca por su final rompedor que, aunque desconcierta, invita a la reflexión. No ofrece explicaciones ni cierres satisfactorios, al igual que la naturaleza, impredecible y desbordante.
Conclusiones
'El mal no existe' es una obra que, a pesar de no alcanzar la maestría, hace valer su mensaje de resistencia a la gentrificación rural y crítica a la modernidad. Hamaguchi se burla de las expectativas y ofrece una mirada cruda y reflexiva sobre las tensiones entre lo urbano y lo rural.