Un tiburón en París, una premisa disparatada
La ciudad de París se convierte en el inesperado telón de fondo para 'En las profundidades del Sena', una película que mezcla terror y catástrofe de una manera que solo Netflix podría hacer. Con un tiburón suelto en el río Sena durante el Campeonato Mundial de Triatlón, la trama de la película se desarrolla de manera oportunamente justo antes de los Juegos Olímpicos de 2024 en París, agregando una capa adicional de relevancia a la narración.
Una sátira con un trasfondo de debate social
La película aprovecha la polémica sobre la adecuada limpieza del Sena para las pruebas acuáticas. Con Macron intentando mostrar la seguridad de las aguas y con un gasto enorme en infraestructura para depurar el río, Xavier Gens toma las riendas de este proyecto, entregando una sátira sobre esta decisión gubernamental. La protagonista, Sophia (interpretada por Bérénice Bejo), debe enfrentarse a la presencia de un tiburón en el Sena, tratando de evitar una catástrofe.
Tensión y entretenimiento a partes iguales
'En las profundidades del Sena' utiliza todos los trucos del cine de terror y catástrofe: la tensión constante, escenas submarinas claustrofóbicas y un mensaje ecologista sin sermones explícitos. Aunque la película juega con el miedo a lo desconocido bajo el agua, también añade momentos de reflexión sobre la contaminación y su impacto en la vida marina.
¿Un resultado visual inconsistente?
El director de fotografía Nicolas Massart junto a Xavier Gens crea un ambiente visualmente atractivo pero a veces inconsistente. Las escenas submarinas en el turbio Sena y las catacumbas claustrofóbicas, aunque tienen mucho potencial, no siempre consiguen el impacto visual deseado. Los efectos especiales, que combinan CGI con animatronics, podrían haber sido más refinados.
Conclusiones
En resumen, 'En las profundidades del Sena' es un filme que ofrece una mezcla de sátira medioambiental y terror animal que resulta en una propuesta entretenida. Aunque no es perfecta y presenta algunas inconsistencias, la película se sostiene gracias a su humor y acción. Aunque está lejos de revolucionar el cine de tiburones, es una oferta sólida para los fanáticos del género y para aquellos que buscan una dosis de suspense y diversión.