Introducción a una distopía cercana
El director japonés Neo Sora nos presenta en su primer largometraje de ficción, ‘Happyend’, una visión distópica que no necesita de catástrofes estruendosas para ser aterradora. La película nos envuelve en un futuro próximo que bien podría ser nuestro presente, lleno de predicamentos actuales y una sensación de apocalipsis inminente, pero no inmediata. En este entorno, sus jóvenes protagonistas pasan por el rito de iniciación de la vida adolescente con la inquietante sensación de que el fin del mundo podría estar más cerca de lo que creen.
Una travesura que cambia todo
La historia se desarrolla en un Tokio del mañana, donde un acto de vandalismo en una escuela secundaria desencadena la instalación de un sistema de vigilancia draconiano. Un grupo de adolescentes de último año liderados por Kou (Yukito Hidaki) y Yuta (Hayao Kurihara) se ven sospechados de este acto. Este grupo, que también incluye a Tomu (Arazi), Ming (Shina Peng) y Ata-chan (Yuta Hayashi), comparte una pasión por la música underground y encuentran un refugio en el cuarto de música de la escuela, que consideran su territorio.
La música como símbolo de resistencia
Sora, hijo del fallecido Ryuichi Sakamoto, muestra una fe ferviente en la música como la expresión máxima de la individualidad naciente, y cómo esto representa una amenaza para los regímenes que se basan en la conformidad. En una de las primeras escenas, Kou y Yuta se cuelan en un club de techno, que es allanado por la policía. En medio de la confusión, el DJ les entrega su set en una memoria USB, confiando en ellos para mantener viva la resistencia juvenil a través de la música.
Un despertar político y personal
La película profundiza en la relación entre Kou y Yuta, destacando sus diferencias sociopolíticas y personales. Kou, proveniente de una familia de inmigrantes coreanos indocumentados, tiene más en juego que el privilegiado Yuta. Kou se enamora de Fumi (Inori Kilala), una chica estudiosa que forma parte de un grupo activista, y este vínculo lo conduce a un despertar político. Por otro lado, Yuta, a pesar de su actitud rebelde, demuestra ser más conservador y desea que todo siga igual.
Conclusiones
‘Happyend’ cuenta una historia cercana y relevante, que resuena en nuestra realidad inmediata a pesar de situarse en un futuro ligeramente distópico. La dirección de Neo Sora y la música de Lia Ouyang Rusli crean una atmósfera única que equilibra la tensión y la esperanza. La película transmite que la juventud siempre encontrará formas de resistir y adaptarse, incluso en entornos opresivos. Personalmente, ‘Happyend’ ha sido una experiencia cinematográfica conmovedora que me hace reflexionar sobre el precio de la libertad y la amistad en tiempos contemporáneos.