Una Premisa Prometedora que Falla en Encantar
Si algo sabe hacer Sanjay Leela Bhansali es sumergirnos en un mundo de esplendor visual y emocional. Pero en 'Heeramandi: The Diamond Bazaar', el director parece haber perdido su habitual magia. Ambientada en el Lahore antes de la Partición, la serie nos presenta a una pléyade de personajes enredados en la lucha por la independencia y los dramas internos del Heeramandi, un bazar lleno de historias de cortesanas y nobles. Aunque la premisa rezuma potencial, la ejecución me dejó una sensación de mediocridad y desconcierto. Me vi inmerso en canciones sin el brillo típico de Bhansali y un diseño de producción que se sentía más obligado a impresionar que a narrar una historia convincente.
Actuaciones Desaprovechadas en un Guión Debilitado
Es doloroso ver actrices del calibre de Manisha Koirala y Aditi Rao Hydari confinadas a roles que no les permiten explorar la compleja historia de poder y resistencia de las tawaifs. Con sus talentos mal utilizados y diálogos poco convincentes, 'Heeramandi' ignora su autoridad histórica como mujeres educadas y propietarias. Además, Sharmin Segal no logra transmitir la rebeldía que exige su papel, dejándonos con una actuación deslucida que contrasta con el legado actoral de su tío, Bhansali.
Un Visualmente Deslumbrante Desfile de Vestuarios
La serie se salva parcialmente por su diseño de vestuario, obra de Rimple y Harpreet Narula, que destila una belleza que a menudo supera el desarrollo narrativo de los personajes. Silk, chiffons y velvets adornados con un zardozi exquisito nos entregan una paleta visual rica, que triunfa donde otros elementos de la serie equivocan el paso.