Una idea ambiciosa en papel, pero desordenada en pantalla
Al ver 'Here', me encontré con una premisa fascinante que parecía prometer una exploración profunda del tiempo y el espacio. Adaptada de la novela gráfica conceptual de Richard McGuire, esta película de Robert Zemeckis ofrece un viaje a través del tiempo en la sala de estar de una casa americana. Sin embargo, lo que podría haber sido una reflexión filosófica sobre la vida y el recuerdo, se diluye en una narrativa que se dispersa entre hilos argumentales menos significativos.
Reencuentro de estrellas, pero con resultado artificial
Reunido con Tom Hanks y Robin Wright, Zemeckis une fuerzas con el guionista de 'Forrest Gump', Eric Roth, para intentar trasladar este concepto a la pantalla. Sin embargo, un enfoque excesivo en los efectos visuales y un de-envejecimiento digital incómodo restan naturalidad a la actuación. A pesar de sus esfuerzos, la tecnología no consigue una experiencia visual armoniosa, sino más bien una distracción que distancia al espectador.
Potencial desperdiciado en la narrativa
La película intenta entrelazar las vidas de varias familias a lo largo del tiempo mientras ocupan la misma casa. Aunque esto ofrece pequeñas pinceladas de conexión entre generaciones, la ejecución se siente más como una serie de transiciones ingeniosas que como un relato cohesivo. El enfoque se aleja de profundizar en la experiencia humana, centrándose más bien en mantener la continua evolución de la escena mediante estrategias visuales.
Conclusiones
Para mí, 'Here' fue una oportunidad perdida de explorar lo que nos conecta como seres humanos. Robert Zemeckis, conocido por su espíritu pionero, deja que los efectos especiales dominen la narración, sacrificando la emocionalidad genuina. Si bien la premisa inicial es intrigante, la falta de enfoque en personajes completos y la dependencia de la tecnología dejan una sensación agridulce. Terminé preguntándome si, después de todo, la intención era celebrar la vida o simplemente demostrar un ejercicio técnico.