Introducción a Hold Your Breath
Hold Your Breath entrelaza el terror gótico con el vasto y duro paisaje del Dust Bowl americano. Esta combinación, aunque intrigante, termina siendo una experiencia dispersa. Pero hay dos cosas que destacan: momentos de tensión palpables y una reflexión sobre la paranoia de las enfermedades que recuerda al reciente COVID-19.
Una Actuación Magistral de Sarah Paulson
A lo largo de la película, lo que permanece constante es la actuación comprometida de Sarah Paulson. Su habilidad para capturar el terror y la paranoia de su personaje, Margaret, asegura que el género de terror no sería lo mismo sin ella. Incluso después de una ausencia de tres años, Paulson demuestra que merece regresar con fuerza.
Trama y Ambiente del Dust Bowl
La película se sitúa en 1933, en el asolado Oklahoma. Con su esposo lejos, Margaret queda al cuidado de sus hijas, Rose y Ollie, poco después de la muerte de su tercera hija. La sensación de muerte impregna cada escena, acentuada por la paleta desaturada del film. El polvo invade el hogar de Margaret, creando una constante inquietud visual a través de tomas detalladas de las partículas flotantes.
Sonidos y Sobresaltos Recurrentes
Aunque el uso del sonido es una técnica efectiva para generar susto, en 'Hold Your Breath' se vuelve repetitivo y predecible. Las constantes interrupciones de sueños y la dependencia en los ruidos fuertes terminan siendo más molestos que aterradores después de un tiempo, lo que disminuye su efectividad.
Elementos Narrativos Dispares
La historia presenta a un extraño predicador, interpretado por Ebon Moss-Bachrach, que genera sospechas y temor. Aunque su personaje agrega una dimensión intrigante, este subtrama se siente desajustada con el resto de la película. La narrativa se mueve rápidamente de un concepto a otro, sin profundizar lo suficiente en ninguno.
Conclusiones
Hold Your Breath finalmente regresa a su núcleo: una madre afligida protegiendo a sus hijos en un mundo implacable. Sin embargo, para cuando llega a sus ideas más aterradoras y personales, la película no logra el impacto esperado. A pesar de sus fallas, la actuación de Sarah Paulson hace que la película valga la pena ver.