La misma fórmula que funciona
I Think You Should Leave sigue siendo fiel a su estilo de caos cómico en mayúsculas, lo que se traduce en una serie de chistes que harán reír, rascar la cabeza y, en el mejor de los casos, generar nuevas bromas internas con amigos.
Un cómico en su mejor momento
Tim Robinson, junto al co-creador Zach Cannon, ha encontrado su espacio en la industria con una fórmula única que aborda diversos aspectos sociales- trabajo, presentaciones, fiestas- y se las arregla para sacar lo mejor de ellos: situaciones ordinarias que se vuelven creativamente pervertidas.
Intensidad a diferentes niveles
El fuerte de Robinson es su intensidad, algo que se autoimpone tanto como a otros personajes. En esta temporada aparecen caras recurrentes y algunas nuevas que a veces pueden parecer fuera de lugar, pero los momentos estelares son muchos más, logrando un equilibrio justo.
La comedia que no necesita filtro
I Think You Should Leave asegura risas y sobresalto con un humor que no pide permiso y una calidad que deja claro que Robinson no solo lo vuelve a hacer, sino que continuará haciéndolo, mientras la estructura se mantenga fresca.