Regreso al pasado
La quinta entrega de Indiana Jones comienza con problemas, pero su extenso prólogo logra dejar un buen sabor de boca. El rejuvenecimiento digital de Harrison Ford y Mads Mikkelsen es impresionante, pero la película en su conjunto no logra destacar.
Un buen sucedáneo
Aunque James Mangold no es Steven Spielberg, logra presentar una película de aventuras clásica, aunque digitalizada. Los efectos están al servicio de la historia, pero la falta de encanto y respeto por la trilogía original se hacen notar.
El carisma de Harrison Ford
El personaje de Indiana Jones sigue llevando la película, gracias al carisma y encanto de Harrison Ford, a pesar de los intentos de Phoebe Waller-Bridge por destacar y la malgastada presencia de Mads Mikkelsen.
Falta de cuidado y mimo
El principal problema de esta quinta entrega es la falta de cuidado y amor por los elementos secundarios, lo que resta valor a las buenas intenciones y ganas de aventura. El resultado es un conjunto que no logra alcanzar el nivel de las películas originales.
Una película digna pero menos eficiente
Indiana Jones y el dial del destino es una película de aventuras entretenida, pero que no logra tener el mismo impacto que las producidas en los años 80. Aunque se disfruta, el CGI, la sombra de la trilogía original y los secundarios desechables restan puntos.
Conclusiones
Indiana Jones y el dial del destino logra entretener y es un honor para aquellos que han crecido con la leyenda de Indiana Jones. Sin embargo, para los jóvenes puede no resultar tan estimulante. A pesar de los obstáculos, la película sirve como recordatorio de que nunca se es demasiado mayor para luchar contra los nazis. Nota: 6.75