La cinco veces demasiadas
A pesar de ser una continuación no solicitada, 'Indiana Jones y el dial del destino' ha llegado a las pantallas y has dejado una sensación agridulce. Lejos de despertar la nostalgia, parece más una alegoría del agotamiento de las franquicias eternas.
Personalidades desincronizadas
La química entre Harrison Ford y Phoebe Waller-Bridge, a pesar de los esfuerzos, no logra cuajar en la pantalla. Los personajes no se relacionan de manera creíble y esto se debe a un guion deficientemente elaborado más que a un problema con los actores.
La desventura en medio
El inicio y el final de la película son aciertos significativos en términos de efectos visuales y estructura. Sin embargo, la parte media de la película es confusa y carece de una narrativa coherente o enigmas que retengan al espectador.
Pérdida del carisma de la original
A pesar de tener un director competente como James Mangold, el filme carece del carisma y la vitalidad de la trilogía original. Indiana Jones, interpretado por un veterano Harrison Ford, no es el resplandeciente héroe de antes.
Las luces y sombras
La película tiene ciertos aspectos positivos, como el viaje emocional de Indiana Jones y la conclusión del misterio. No obstante, estos no logran compensar por su falta de carácter y chispa.