Introducción
Mi última experiencia cinematográfica fue con 'It's Not Me', un cortometraje de Leos Carax que se proyecta como un homenaje a Jean-Luc Godard. La pieza de 41 minutos surge como un ensayo visual, casi onírico, entretejiendo metraje de archivo con segmentos originales que reflejan una personalidad política y personal complicada. Visualizado en la plataforma [Nombre de la Plataforma], el ejercicio estilístico de Carax está narrado a través de una voz en off ronca y se ensambla de forma irregular, lo que debería generar un impacto similar al del atardecer de la era de Godard, aun así, parece quedarse corto en energía y espíritu provocador.
Análisis de la Obra
La obra, concebida originalmente como parte de una exposición en París, se desarrolla como un viaje de autodescubrimiento de Carax, explorando sus influencias y la historia del cine. La película reflexiona sobre el pasado de Carax con imágenes familiares y videos caseros, pero también lamenta el destino de la imagen en movimiento en un mundo saturado por la inmediatez y la banalidad del registro visual en teléfonos móviles. Sin embargo, a pesar de sus intentos, 'It's Not Me' se queda en una suave meditación en lugar de un revolucionario examen cinematográfico, a menudo resultando más en provocar pensamientos que emociones.
Comparaciones y Referencias
Leos Carax, en su intento de homenaje y autoexamen, invariablemente invita a la comparación con Godard, un listón que establece pero que no logra superar. Mientras Carax examina su carrera y reven con frecuencia a colaboradores como Denis Lavant, 'It's Not Me' carece de un nuevo enfoque iluminador sobre su filmografía. El cortometraje se siente más como un reflejo de lo que ya se ha hecho en lugar de una proyección de lo que podría ser, quedando en una zona cómoda de reminiscencias sin atreverse a una verdadera reinvención.
Conclusiones
En mi opinión, 'It's Not Me' de Leos Carax, es un viaje reflexivo que resuena con la nostalgia del cine de arte pero se detiene antes de llegar a ser una obra transformadora. Como aficionado al cine y siendo testigo de la huella de Godard, esperaba que Carax se arriesgara más, que desafiara los límites del cine como su antecesor lo hizo en su momento. Me quedo con el anhelo de una obra que mire hacia adelante más que hacia atrás, soñando con el cine que todavía está por inventarse.