La sorpresa del cine de acción indio
Cuando me dispuse a ver 'Kill', esperaba encontrar otra típica producción de Bollywood saturada de música y drama. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa al descubrir una cinta que rivaliza en brutalidad con grandes referentes del cine de acción. Dirigida y escrita por Nikhil Bhat, 'Kill' nos sitúa en un tren a Nueva Delhi en el que dos comandos del ejército se enfrentan a una banda de atracadores. El planteamiento es sencillo, pero en su construcción, Bhat logra embotellar una carnicería audaz.
Un viaje sensorial cargado de violencia
Desde los primeros minutos, se percibe un tono visual que evoluciona de lo televisivo a una estética hipercontrastada y embriagadora. La cámara sigue de cerca a los personajes, intensificando cada golpe y cada enfrentamiento. A pesar de que estoy curado de espanto, los niveles de violencia explícita hicieron que incluso yo me retorciera en mi asiento. Al primer impacto, lo que queda es una coreografía de peleas memorable, hecha aún más visceral gracias a los especialistas coreanos involucrados.
Personajes y riesgos narrativos
Aunque los personajes de 'Kill' son arquetipos básicos, la película nos sorprende con decisiones narrativas audaces que me dejaron asombrado. Presentar el título al filo de la mitad del metraje subraya su valentía, mostrando que no es la típica producción. Es un producto especial que nos acerca a un Bollywood más visceral y menos convencional, invitándonos a redefinir lo que esperamos del cine indio.
Conclusiones
Al finalizar 'Kill', me quedé con una mezcla de admiración y entusiasmo. Es una obra que se disfruta desde el lado más salvaje de Bollywood, allá donde el gore y la narración visual alcanzan nuevas alturas. Es una montaña rusa de emociones que redefine el cine indio, manteniéndote al borde del asiento mientras aguardamos el 'Parásitos' de Bollywood. Le doy un 8 sobre 10, y recomiendo a los amantes del género no perdérsela.