Introducción
Ver 'Kill the Jockey' ha sido una experiencia única y bastante peculiar. Esta octava película de Luis Ortega, el director argentino conocido por su capacidad para mezclar géneros y desafiar expectativas, no defrauda en cuanto a ofrecer una narrativa inusual y visualmente atractiva.
Una Historia Fragmentada
La película, protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart, sigue a Remo Manfredini, un jockey estelar cuya carrera y vida personal comienzan a desmoronarse tras un accidente en una carrera crucial. Desde el inicio, 'Kill the Jockey' se sumerge en un torbellino de géneros y estilos, alternando entre la comedia, el cine negro y la exploración de la identidad de género. Esto, aunque fascinante, puede resultar un poco caótico y desconcertante para algunos espectadores.
Una Mezcla de Influencias
Luis Ortega muestra claramente sus influencias, con elementos que recuerdan a las primeras obras de Pedro Almodóvar y el absurdo irónico de Aki Kaurismäki. Sin embargo, 'Kill the Jockey' conserva una distintiva sensibilidad latina que aporta una capa adicional de dramatismo y energía caótica a la narrativa. La fotografía de Timo Salminen, con su iluminación de alto contraste, es esencial para crear la atmósfera única de la película.
Actuaciones y Caracterización
Nahuel Pérez Biscayart destaca en su papel como Remo, infundiendo al personaje una mezcla de patetismo y comicidad que lo hacen memorable. Su transformación a lo largo de la película, asistida por el excelente diseño de vestuario de Beatriz Di Benedetto, es tan intrigante como desconcertante. Ursula Corberó y Daniel Giménez Cacho también ofrecen sólidas actuaciones como Abril y Sirena, respectivamente, aunque son Pérez Biscayart y su viaje de autodescubrimiento quienes llevan la película.
Conclusiones
En resumen, 'Kill the Jockey' es una película que no se conforma con seguir las reglas y opta por un camino lleno de giros inesperados y una buena dosis de surrealismo. Aunque esto puede desanimar a algunos espectadores, aquellos dispuestos a embarcarse en esta aventura cinematográfica encontrarán una película que invita a la reflexión sobre la identidad y la transformación. Personalmente, encontré que su energía caótica y su estilo visual audaz la convierten en una experiencia memorable, aunque no perfecta. Le doy un sólido 7 de 10.