Un Nuevo Amanecer para los Simios
Desde el instante en que vi 'Kingdom of the Planet of the Apes', con la ceremonia póstuma de Caesar, supe que la saga de los simios había dado un salto generacional para explorar horizontes nuevos. El cambio de era, establecido como un obituario a lo que fue la trilogía anterior, me cautivó al instante. El relato ahora se enfoca en Noa, interpretado magníficamente por Owen Teague, un chimpancé valiente que hereda los rasgos de liderazgo que hicieron icónico a Caesar. Esta nueva entrega dirigida por Wes Ball recaptura escape, aventura y enfrentamientos en un mundo que, aunque familiar, se siente novedoso y emocionante.
Un Éxodo Narrativo a la Esencia
Pese a mi temor inicial de que el film pudiese caer en la redundancia, fui gratamente sorprendido por cómo 'Kingdom of the Planet of the Apes' corta amarras con su legado para deleitarnos en algo más que una mera película de acción. El despliegue de habilidades de supervivencia de Noa, su encuentro con el sabio orangután Raka (Peter Macon) y la niña salvaje (Freya Allan), son componentes de una trama que renueva la franquicia y apuesta por un estilo narrativo más clásico y reposado. El resultado es una pieza de cine que, aunque extensa en duración, cuenta con actuaciones y un realismo facial asombrosos gracias al avance del motion capture.
Confrontación de Ideologías y Tecnología
El choque de civilizaciones es palpable. Los simios altamente evolucionados luchan no solo entre sí, sino también con los vestigios de la humanidad y su tecnología, representada por estructuras decadentes y objetos codiciados aún funcionales. Kevin Durand como Proximus Caesar cautiva con una actuación envolvente, interpretando a un líder que equilibra la autoridad con un borde de megalomanía. Este nuevo reino de los simios se siente como un espejo distorsionado de la sociedad, y Ball juega magistralmente con ese reflejo en su narración.