Introducción
Cuando me senté a ver 'La Trampa', dirigida por M. Night Shyamalan, no sabía exactamente qué esperar. Conocido por sus giros sorprendentes y su peculiar estilo, Shyamalan ha sido una figura polarizadora en el cine. En 'La Trampa', disponible en , el director parece rendir un homenaje magistral a dos titanes del thriller: Alfred Hitchcock y Brian De Palma.
Una Clase Magistral de Suspenso
Desde los primeros minutos, 'La Trampa' me absorbió completamente. Ambientada en un único escenario, como nos tiene acostumbrados en obras como 'Múltiple' y 'Glass', la película crea una atmósfera claustrofóbica que es tan perturbante como intrigante. La mente de Shyamalan parece el verdadero escenario, conducida por su narrativa y su habilidad para manipular nuestras expectativas.
Personajes y Actuaciones
Josh Hartnett, que interpreta al protagonista, se destaca con una actuación que me recordó a los antihéroes hitchcockianos. Su personaje, un padre atrapado en una situación mortal, tiene matices que lo hacen simultáneamente fascinante y repulsivo. La contribución de Hayley Mills también es destacable, añadiendo un toque cómico y perturbador al mismo tiempo.
Referencias y Homenajes
Shyamalan no oculta sus influencias. Desde la tensión palpable al estilo de 'Cortina Rasgada', hasta la complejidad psicológica de 'La Sombra de una Duda', 'La Trampa' está llena de guiños inteligentes a los trabajos de Hitchcock. Pero el homenaje más grande es para Brian De Palma, con estructuras narrativas y visuales que emulan obras como 'Snake Eyes (Ojos de Serpiente)' y 'Muerte Súbita'.
Aspectos Técnicos
Visualmente, la película es una delicia. Los escenarios, aunque limitados, están llenos de detalles que enriquecen la narrativa. La dirección de Shyamalan vuelve a brillar, utilizando ángulos inusuales y una cinematografía que eleva la tensión al máximo. El uso de pantallas y videovigilancia añade una capa moderna a la ya densa trama.
Conclusiones
Al terminar 'La Trampa', quedé impresionado con la audacia de Shyamalan para combinar lo viejo con lo nuevo. Aunque puede que no todos los espectadores aprecien la ambigüedad intencionada de algunas partes, a mí me mantuvo enganchado de principio a fin. Josh Hartnett brilla en su papel, y la dirección de Shyamalan demuestra una vez más por qué sigue siendo un maestro contemporáneo del thriller psicológico. Definitivamente, una experiencia que recomendaría.