Empezando con lluvia y revancha
Desde el primer instante en que 'Nina', bajo un manto de lluvia y portando una escopeta, retorna a su pueblo natal, supe que esta película no sería una historia común. La directora Andrea Jaurrieta nos sumerge en un thriller de venganza que, aunque no dispara con la fuerza esperada, inicia con una premisa que es un imán para los seguidores del género.
El peso del pasado y el anhelo de catarsis
Nina lucha contra la asfixiante cárcel de su origen rural y ve en Madrid la promesa de una libertad que se diluye en dolor. Su odisea personal se convierte en una intensa búsqueda de catarsis, pero la película, en sus momentos cruciales, como la anticipada escena final, disipa su fuerza en un escenario estático y diálogos insípidos que dejan al espectador esperando más.
Retrato crudo y sin subterfugios de un horror personal
Donde 'Nina' se destaca es en su valentía para mostrar el grooming y la manipulación sin rodeos, en flashbacks que desnudan la compleja psicología de su protagonista. Los actos de violencia no visibles y la injusticia respiran en cada escena, llenos de significado y revestidos de un realismo que confronta al espectador con un espejo de emociones crudas y, a veces, insostenibles.
Conclusiones
A pesar de que 'Nina' refleja un esfuerzo notable por parte de Andrea Jaurrieta por retratar un paisaje humano lleno de sombras, con un desenlace que busca ser el pico emocional, no alcanza a materializar todo su potencial y se queda corta en dar el golpe emocional final que la historia promete. Aun así, el filme se mantiene como un esfuerzo loable y necesario para comprender las dinámicas del dolor y la búsqueda de una justicia personal, aunque se plasme en una trama que a momentos resulta demasiado pasiva. La obra está disponible en la plataforma (dejar en blanco) y mi valoración, en una escala de 1 a 10, es de (valoración numérica).