Estreno Sorprendente
Después de esperar con ganas el regreso de Charlie Kaufman como guionista después de su memorable '¡Olvídate de mí!', me veo en un escenario inesperado. Nos adentramos en 'Orión y la oscuridad', disponible en Netflix, y de entrada, me encuentro con una obra que desafía las expectativas. Con intenciones claras de ser una anti-Pixar, el film nos introduce en un universo donde los giros narrativos y los personajes atípicamente complejos reinan.
El Sello de Kaufman
Kaufman no destierra sus raíces y nos embarca en un viaje donde la narrativa se entrelaza con trucos de magia cinematográfica propios de su genio creativo. Nos alejamos de 'Anomalisa' y 'Synecdoche New York', pero incluso en un terreno marcado por el público infantil, la esencia de Kaufman trasciende, subvierte la realidad y prepara al espectador para explorar más allá de lo convencional.
Una Evolución Narrativa con Obstáculos
Inicialmente revolucionaria, 'Orión y la oscuridad' se enfrenta a la pérdida de fuelle conforme se despliegan sus actos. El último tramo se contagia de ciertos clichés de Pixar, sin conseguir el giro distintivo que prometía. A pesar de ello, la película destaca por su innovación y atreve al público a cuestionar los límites de la animación estándar.
Conclusiones
La experiencia con 'Orión y la oscuridad' ha resultado ser una montaña rusa de emociones. No puedo evitar una sensación agridulce: hay destellos de una película que pudo ser más arriesgada, pero el miedo parece haber cohibido su potencial. Aun así, aplaudo la valentía de Kaufman y su director Sean Charmatz, quienes han creado una propuesta que, sin duda, descoloca y cuestiona las narrativas típicas infantiles. Es una puerta a un cine de animación más profundo, y para eso solo puedo expresar mi curiosidad y admiración.