Introducción a un mundo de fantasía
Desde la primera escena, 'Raya y el último dragón' me sumergió en una odisea visual rica y culturalmente vibrante. Sin princesas esperando rescate ni grandes números musicales, la película me sorprendió con su espíritu aventurero y la audaz ausencia de convencionalismos típicos del género.
Acción deslumbrante e imágenes cautivadoras
El despliegue de acción es incesante: perseguimos junto a Raya por la mística Kumandra, donde combates de kung-fú y karate mantienen el pulso acelerado. Visualmente, la película es un festín con una paleta de colores que rinden homenaje al sureste asiático, aportando frescura y diversidad.
Personajes que brillan con luz propia
Además de Raya, un elenco de personajes secundarios se roban el show. Destaca la pequeña Noi, un bebé ladrón de escenas que aporta tanto humor como ternura. Y aunque Sisu, el dragón, no alcanza el carisma esperado, no puedo negar que tiene su encanto particulares.
Empoderamiento y un mensaje trascendental
El film reluce con historias de chicas valientes y decididas. La sororidad y el empoderamiento resonaron conmigo, recordándome la importancia de confiar y colaborar con los demás para superar las adversidades.
Conclusiones
En mi opinión, 'Raya y el último dragón' es una película que se atreve a innovar dentro de su género. Aunque no es revolucionaria en su guion, las emociones y mensajes que trasmite hacen que valga la pena embarcarse en esta aventura. Mi valoración personal es un sólido 8.5 de 10: una experiencia que recomiendo a cualquier amante de historias ricas en cultura y acción.