Un Inicio Prometedor
Desde el momento en que 'Rich Flu' comienza, se puede sentir una energía arrolladora que promete una experiencia cinematográfica única. La película, dirigida por Galder Gaztelu-Urrutia, nos introduce en un mundo donde los más ricos están muriendo por una misteriosa enfermedad. Esta premisa, aparentemente ingeniosa y de alto concepto, coloca a la protagonista, que se considera 'de clase media' pero que está bien acomodada, en una encrucijada. Las preguntas planteadas son intrigantes: ¿qué hará para sobrevivir y cómo cambiará el mundo sin una élite financiera? Este inicio ofrece un comentario mordaz sobre la desigualdad social, evocando recuerdos del éxito de Gaztelu-Urrutia en 2019, 'El hoyo', que también trató temas de clase de forma innovadora a través de Netflix.
Cambio de Tono Desconcertante
Sin embargo, lo que comenzó como una crítica social emocionante pronto pierde su rumbo. 'Rich Flu' se transforma abruptamente en una especie de cine social, enfocándose en la migración de una manera que parece fuera de lugar. Hubo un intento de mostrar una 'emigración a la inversa', que podría haber sido brillante, pero la ejecución cae en la solemnidad pesada y una banda sonora molesta que sustituye a los diálogos en una larga secuencia. Es un cambio tonal excesivamente dramático que domina gran parte de la película, despojándola del ritmo y la energía que prometía inicialmente.
Ideas Inconclusas
El problema no es la falta de buenas ideas; de hecho, 'Rich Flu' arroja subtramas que podrían haber enriquecido el relato. Sin embargo, estos hilos narrativos quedan inexplorados, como si la película hubiera decidido abruptamente centrar su atención en una aproximación casi documental al drama de la emigración. La cinta ambiciona demasiado, queriendo abordar la desigualdad de la riqueza y la crisis migratoria simultáneamente, sin dar a ninguno de estos temas el enfoque y desarrollo adecuado. El resultado es una mezcla sobrecargada que nunca alcanza un punto de cocción satisfactorio.
Conclusiones
Al final, 'Rich Flu' me dejó esperando lo que nunca llegó: un tercer acto que entregara la sátira y el comentario que inicial y tangencialmente sugería. Gaztelu-Urrutia parece consciente de las deficiencias de su obra y busca justificarse con momentos meta- irónicos que destacan, pero al final no son suficientes. A pesar de sus primeros minutos divertidos y promesas de crítica mordaz, la película se desvanece en su solemne caída y su ambición de ser más de lo que realmente es. Para mí, quedé deseando que 'Rich Flu' hubiese mantenido ese tono irónico que tan bien inició. A veces es mejor cumplir un papel bien que buscar abarcar múltiples roles sin éxito. Quizás simplemente vuelvo a 'El hoyo' para recordar lo que Gaztelu-Urrutia logra cuando realmente acierta.