Una vuelta al pasado con un toque moderno
Cuando escuché que Salem's Lot volvería a aterrizar en nuestras pantallas después de dos años de espera, sentí una mezcla de emoción y escepticismo. Stephen King nos presentó su inquietante visión de vampiros en la tranquila Maine, y no puedo evitar comparar cualquier adaptación con esa vibrante imaginación. La nueva versión, dirigida por Gary Dauberman, nos transporta de nuevo a 1975, capturando con precisión la atmósfera de ese año con guiños a detalles culturales, como los títulos en la marquesina del autocine local. Sin embargo, en este nuevo viaje, la añoranza por el pasado a veces se siente más fuerte que los colmillos de sus vampiros, dejándome con la sensación de que el encanto del original no se traduce completamente.
Personajes en conflicto y un nuevo villano
Desde el primer encuentro con Kurt Barlow, interpretado por Alexander Ward, quedé intrigado por su reminiscencia al terror clásico, como el temido Nosferatu. Sin embargo, a pesar de su aspecto amenazante, las acciones de estos vampiros no logran superar mis recuerdos del escalofrío que me causaron los antagonistas del pasado. El regreso de Ben Mears (Lewis Pullman) a su pueblo natal se siente genuino, reforzado por su conexión con el misterioso Richard Straker (Pilou Asbæk). Y aunque los elementos sorprendentes, como los ojos dorados de los vampiros, intentan revitalizar el mito, me encontraba anhelando más intensidad en las confrontaciones.
El elenco se enfrenta a un desafío agridulce
A lo largo de la película, observamos cómo los personajes, liderados por Mark Petrie (Jordan Preston Carter) y con aliados poco convencionales como el bibliotecario y el escéptico doctor, intentan sobrevivir a este infierno vampírico. Se crea una extraña camaradería mientras ellos forjan estacas improvisadas y enfrentan el horror creciente. Y aunque Dauberman aprovecha algunos giros inesperados y una representación más inclusiva, sentí que el ajuste en la narrativa no siempre encajaba perfectamente, perdiendo a veces el ritmo que la adaptación exigía.
Conclusiones
En definitiva, Salem's Lot en esta nueva entrega no alcanza del todo las alturas de su predecesora ni de las expectativas de los fans más devotos de King. Aun así, es un digno intento de reimaginar su oscura leyenda. Pese a sus efectos visuales que podrían haber sido mejores, la película logra encontrar un hogar adecuado en las plataformas de streaming. Distante de un clásico instantáneo, su enfoque nostálgico y sus guiños modernos podrían despertar la curiosidad de una nueva generación de espectadores. Personalmente, le doy un 6 sobre 10; es un viaje aceptable por el carril de la memoria, pero quizás no sobreviva al amanecer como los inolvidables relatos vampíricos de antaño.