Expectativas Inquietantes
No hay nada como una película que desafía las expectativas, y eso lo conseguía Emerald Fennell con 'Una joven prometedora'. Ahora, con un nuevo proyecto en manos, 'Saltburn', se prometía un ejercicio de crítica social y una travesía por la psicopatía humana. El anhelado estreno de Fennell promete repetir la hazaña, convirtiendo sus filmes en algo más que entretenimiento; en mensajes poderosos en la pantalla.
Hipocresía Social en Hollywood
El tema de la disparidad entre ricos y pobres está de moda en Hollywood y 'Saltburn' se suma con su propia visión crítica. La lucha de clases y la hipocresía de la sociedad se exploran a través de la vida de Oliver Quick, un personaje de fondo trágico, que se convierte en el centro de esta trama de engaños y sensualidad.
El Talento de Jacob Elordi y un Guión Desigual
Jacob Elordi brilla en su papel, entregando una actuación que da vida y dimensiones a su personaje más allá de las caricaturas del film. A su lado, Barry Keoghan y Rosamund Pike se encargan de mantener la tensión y el interés, a pesar de que el guion a veces los lleva hacia la parodia. Su presencia compensa, en parte, la falta de sorpresa o sutileza en el desarrollo del argumento.
Una Mezcla de Géneros que no Acaba de Cuajar
'Saltburn' juega con una agitada mezcla de géneros que no siempre encuentra su lugar. Por momentos, la dirección de Fennell brilla y acompaña un guion que destaca más por sus imágenes poderosas que por su narrativa. La película intenta ser un rompecabezas de sensualidad y crítica social; sin embargo, pierde en cohesión, y sus personajes flaquean bajo decisiones inestables y giros predecibles.