Un mensaje del más allá
Cuando me senté a presenciar 'Scénarios' en el Festival de Cannes, sabía que estaba ante algo más que una película: estaba ante la última página del diario de Jean-Luc Godard. Con una duración de 18 minutos, este collage audiovisual, completado un día antes del fallecimiento del director, se siente como una obra tardía, purificada y tan revolucionaria como una silueta de Matisse. La espontaneidad de sus imágenes y el eco de las mismas conforman un relato que entrelaza vida, muerte y guerra, elementos recurrentes en el cine de Godard. A través de 'Scénarios', estamos viendo el arte de un hombre que sabía que su final estaba cerca y nos dejó con su visión del mundo, un mensaje desde el más allá que sigue evocando la iconografía de su legado cinematográfico.
Una dualidad inconfundible
La personalidad de Godard siempre fue una amalgama de reflexión personal y declaración socio-política, y 'Scénarios' no es la excepción. Desde su confrontación con la muerte hasta su crudo retrato de la guerra, se nos introduce en un viaje que descoloca, provocando una inquietud que trasciende el tiempo en pantalla. Plantear la guerra a través de imágenes como la de un soldado sumergido en agua, sosteniendo su rifle, Godard nos invita a considerar la inminencia de conflictos venideros o a replantearnos la realidad misma, y es aquí donde su genialidad se impone hasta el último minuto.
El adiós de un maestro
Ver a Godard en pantalla leyendo a Jean-Paul Sartre es ver a un artista en su forma más íntima y sincera. En esos instantes finales donde él dice 'Okay', se cierra un capítulo en la historia del cine. 'Scénarios', junto con el documental 'The Film Preview of 'Scénarios'', que presenta a Godard creando la obra, no solo denota un trabajo meticuloso sino la meditación del método de un creador que hasta el último segundo de su vida buscó desestructurar las convenciones.