Una premisa atractiva pero sin rumbo
Desde el inicio, 'Serious People' promete con su mezcla de naturalismo y absurdidad, capturando la atención a través de audiciones inusuales para el papel del director, interpretado por el mismo Pasqual Gutierrez. Miguel Huerta, uno de los aspirantes, encarna al doble ideal con su carisma arriesgado. Sin embargo, el interés inicial se va desvaneciendo cuando el filme parece perderse en su propia disonancia tonal, sin un objetivo claro a la vista.
Dirección creativa, pero falta de cohesión
Pasqual Gutierrez y Ben Mullinkosson muestran un control impresionante durante los momentos metatextuales del filme. A pesar de un estilo improvisado que es tanto un acierto como una debilidad, su dirección es hábil al atraer al espectador. Pero, conforme Miguel, el usurpador del rol de director, toma las riendas, resulta obvio que el caos cómico no logra hilar ni concluir de manera satisfactoria.
Exploraciones de la dualidad e inseguridades paternales
La película sugiere una exploración de los miedos paternales de Pasqual y un desdoblamiento de su identidad. Miguel, en su afán por imitar a Pasqual, externaliza estas dudas, sin embargo, 'Serious People' nunca profundiza del todo en estas metáforas potenciales. A pesar de las comparaciones con el thriller doppelgänger de Denis Villeneuve, el filme solo toca superficialmente estas ideas, dejando promesas narrativas sin cumplir.
Comedia que se queda en ideas sin completar
Al final, el desenlace de 'Serious People' es sorprendentemente abrupto y vacío. Aunque la película destila momentos ingeniosos e incluso hilarantes en torno a la figura de Drake, estas luces se quedan como destellos sin concretar. La falta de resolución y dirección deja una sensación de insatisfacción, con chispazos de creatividad que nunca llegan a explosionar en algo verdaderamente memorable.