Una Propuesta Visual Peculiar
Desde el primer momento, 'The Actor' establece un estilo visual distintivo que denota las intenciones formales del director Duke Johnson. La elección de un paisaje urbano en blanco y negro con edificios miniatura es una clara reminiscencia del estilo que conocimos en 'Anomalisa'. Este enfoque se refuerza al reunir a 12 actores bajo el título 'La Compañía', donde cada uno interpreta múltiples papeles, evocando un aire teatral pero también fragmentando la narrativa.
Un Viaje de Amnesia y Autodescubrimiento
La historia sigue a Paul Cole, interpretado por André Holland, un actor de un grupo teatral de Nueva York que pierde la memoria tras un violento incidente. Su lucha por recuperar su identidad en un pequeño pueblo de Ohio presenta momentos entrañables, especialmente en su relación con Edna, interpretada por Gemma Chan. Sin embargo, a medida que Paul intenta reconstruir su vida en Nueva York, la narrativa se enreda en elementos satíricos innecesarios y sentimientos de culpa que no aportan al desarrollo del personaje.
Decisiones Creativas que Desdibujan el Propósito
Johnson combina la cinematografía brumosa de Joe Passarelli con momentos surrealistas y animaciones fugaces para transmitir la confusión de Paul. Aunque visualmente estimulantes, estas elecciones no logran evocar el desajuste interno del protagonista entre su pasado y su presente. Tanto la dirección como el guion de Stephen Cooney tienden a racionalizar el desconcierto de Paul en lugar de instigar una verdadera búsqueda interna, lo cual lastra el impacto emocional de la película.
Conclusiones
Al concluir mi visión de 'The Actor', me sentí dividido entre admirar su creatividad visual y lamentar su superficialidad narrativa. Duke Johnson ofrece un estilo artístico perceptible pero no consigue profundizar en la complejidad emocional que la historia promete. La película, disponible en la plataforma [], es una experiencia mixta que se queda a medio camino entre el análisis psicológico y una aventura estilística.