Concepto prometedor mal ejecutado
The Changeling, obra de la autora Kelly Marcel, presenta una serie con un concepto intrigante y grandes actuaciones, pero carece de la cohesión y disciplina estructural necesarias para destacar. Sobre la historia de una pareja, Apollo Kagwa y Emma Valentine, la serie lucha por explorar el trauma generacional y la paternidad con eficacia.
Visuales cautivadoras, pero pobre línea de tiempo
A pesar de las impresionantes actuaciones y cinematografía, la serie no logra establecer claramente la transición entre el pasado y el presente de los personajes, dejando a los espectadores confundidos sobre la temporalidad de la trama.
Preguntas filosóficas profundas sin respuestas claras
La serie intenta plantear interrogantes complejos y perennes, como la lucha entre el miedo y la intuición en la paternidad, y la existencia del libre albedrío o su mera ilusión. Sin embargo, estas cuestiones se quedan en el aire sin una resolución o contemplación adecuada.
Los personajes secundarios roban el espectáculo
Además de la trama principal de Emma y Apollo, el personaje de Lillian, interpretado por Adina Porter, se lleva el show con una actuación impecable y una trama paralela que podría merecer su propia serie.
Decisiones de producción cuestionables
Las elecciones de edición y duración de los episodios perjudican la cohesión de la serie. Especialmente, el último episodio, que con solo 29 minutos, parece apresurado y deja varias tramas sin resolverse.