Un cineasta británico al servicio de una causa noble
La (pen)última película de Guy Ritchie es una de las más redondas de su carrera, presentada con su habitual energía, nervio y firmeza al servicio de una causa noble.
Mantenimiento de la tensión de principio a fin
Ritchie se mueve como pez en el agua sobre el filo de la navaja, manteniendo viva la tensión de principio a fin en una película muy bien medida y estructurada.
Un reparto muy bien dirigido
La película cuenta con el fuego de cobertura de Dar Salim y, sobre todo, Jake Gyllenhaal, quien aporta categoría con su sola (y rutilante) presencia.
Eficacia contundente
La película es implacable y decidida, una auténtica soldado en el campo de batalla, tan avasalladora y eficaz como 'El único superviviente', por ejemplo.
Clímax menos efectivo
El clímax de la película no acaba siendo tanto como el resto, aunque su contundente efectividad es, sin duda, su mayor logro.