Un repaso histórico cuidadosamente orquestado
Esta temporada de The Crown nos transporta a finales de los noventa y hasta mediados de la década de los dos mil, marcados por convulsiones políticas y personales en Gran Bretaña. La historia se teje con meticulosidad y respeto, demostrando una vez más el valor de la serie en su capacidad para hacer historia accesible y emocionante.
Protagonistas dignos de realeza
Elizabeth Debicki y Dominic West brillan con luz propia en sus interpretaciones de la Princesa Diana y el Príncipe Carlos. Su dinámica se desarrolla con una paleta emocional profundamente sombría que contrasta maravillosamente con la elegante Imelda Staunton como la Reina Isabel. Los personajes nuevos de esta temporada, interpretados por Rufus Kampa y Fflyn Edwards, son una adición refrescante y prometedora.
La mirada al abismo
La representación del trágico final de Diana y su romance con Dodi Fayed es intensa, emotiva y contemplada con el debido respeto. Sin embargo, también nos permite ver una vertiente más oscura de la monarquía y de los propios personajes que hasta ahora habían sido presentados de una manera algo más indulgente.