Un Drama Que Ya Conocemos
Desde el primer momento en que me sumergí en 'The Good Half', dirigida por Robert Schwartzman, no pude evitar sentir una familiaridad abrumadora con su premisa. Un hombre reservado con problemas de la infancia vuelve a su ciudad natal para el funeral de un padre, replicando temas y situaciones que ya hemos visto en películas como ‘Elizabethtown’ o ‘Garden State’. Aunque la temática del duelo familiar es universal y resuena profundamente, esperaba encontrar una nueva perspectiva que diferenciara a esta obra. Sin embargo, lo que obtuve fue una mezcla de clichés y situaciones previsibles.
La Triste Realidad de Renn
La historia gira alrededor de Renn Wheeland, interpretado por un poco energético Nick Jonas, quien durante toda la película lucha por mostrar la vulnerabilidad necesaria para su personaje. La narrativa nos lleva desde su infancia problemática hasta el recibimiento de la temida llamada sobre la muerte de su madre, interpretada por Elisabeth Shue. A través de flashbacks y interacciones actuales, se intenta pintar un cuadro más claro de su madre, pero desafortunadamente estos esfuerzos no logran profundizar en la complejidad de los personajes. Se nos presentan personajes como su hermana Leigh, con una convincente actuación de Brittany Snow, y Zoey, una terapeuta interpretada por Alexandra Shipp, quien aporta algo de ligereza a la trama, pero cuya profundidad también se ve comprometida por la falta de desarrollo del guion.
Relaciones Familiares y Momentos Desperdiciados
El drama entre los miembros de la familia de Renn se siente demasiado trillado. Ya sea en el funeral, en conversaciones en bares locales o en los momentos incómodos con el segundo esposo de su madre, Rick (David Arquette), los escenarios parecen demasiado familiares y poco originales. Aunque hay algunos destellos de humor y momentos conmovedores, como la interacción de Renn con un empleado de una tienda de ropa que recuerda a su madre, es evidente que estas escenas no son suficientes para rescatar la película de su monotonía.
Dirección y Actuaciones Sin Sorpresas
Robert Schwartzman, descendiente del clan Coppola y mejor conocido como el vocalista de Rooney, dirige 'The Good Half' de manera bastante directa y sin un estilo distintivo. La actuación de Jonas, a pesar de mostrar la debilidad de su personaje, no logra elevarse por encima de la mediocridad, lo que deja a actores como Shipp y Snow cargando con la mayor parte del peso emocional de la película. Es una pena porque la película tenía potencial para explorar más a fondo las emociones humanas y las complejidades del duelo, pero se queda en la superficie.
Conclusiones
Personalmente, ‘The Good Half’ me dejó con una sensación de insatisfacción. A pesar de algunos momentos conmovedores y actuaciones competentes, la película falla en distinguirse de otras del género y se siente como una repetición de temáticas ya exploradas. Robert Schwartzman y su equipo no lograron profundizar en los personajes ni ofrecer una narrativa fresca. Nick Jonas no logró aportar la vulnerabilidad necesaria y, en general, la película no alcanzó ni la mitad del potencial que podría haber tenido. Le doy una valoración de 5 sobre 10.