Introducción
Recientemente, me sumergí en el drama 'The New Look', disponible en Apple TV, una serie que intenta capturar la esencia de la alta costura parisina durante la postguerra. Con personajes históricos como protagonistas —interpretados por Ben Mendelsohn en el papel de Christian Dior y Juliette Binoche encarnando a Coco Chanel—, la serie prometía un viaje íntimo al corazón de la moda y sus complicadas relaciones con la política y la guerra. Sin embargo, esta promesa de intimidad y elegancia se ve eclipsada por el tratamiento revisionista de hechos históricos, particularmente en lo que respecta a la figura de Chanel.
La disonancia histórica
Lo que perjudica profundamente a 'The New Look' es la sorprendente divergencia de los hechos reales cuando aborda la vida de Coco Chanel. Las huellas nazis de Chanel están ampliamente documentadas, pero la serie se esfuerza en minimizar o simplemente ignorar estas verdades, ofreciendo un retrato de la diseñadora francamente indulgente y distorsionado. Frente a las actuaciones magistrales de Binoche, Mendelsohn y Maisie Williams, esta reinterpretación de los personajes deshonra la historia, convirtiendo lo que podría haber sido una potente mezcla de moda y verdad histórica en un tejido de ficciones decepcionantes.
Las actuaciones como salvavidas
A pesar de los defectos en su narrativa, la interpretación que Binoche hace de una Chanel ficticia es notable. Mendelsohn, por su parte, personifica a Dior con un matiz melancólico y trágico convincente, capturando con efectividad el sufrimiento del diseñador durante esos tiempos oscuros. Maisie Williams como Catherine Dior, la hermana de Christian y resistente ante la ocupación nazi, también logra una interpretación emocionante y cruda de las dificultades que enfrentó en la resistencia francesa.
Conclusión
En mi opinión, 'The New Look' se siente como una colección desconectada de momentos brillantes y desaciertos narrativos. A pesar de las sólidas interpretaciones, la serie tropieza en su intento de estilizar la historia a expensas de la verdad. Sumado a esto, el enfoque en la moda —que debería ser el núcleo de la obra— se desdibuja detrás de cámaras temblorosas y decisiones cuestionables. Califico esta serie con un 5 sobre 10, ya que aunque tiene sus aspectos positivos, se ve empañada por el revisionismo que no puedo pasar por alto.