Una premisa intrigante que se queda a mitad de camino
Basada en la novela de Matt Haig, 'The Radleys' intenta ser una comedia de horror vampírica, pero se pierde en su propia indecisión tonal. Desde el comienzo, la dirección visual es simple y sin energía, lo que desentona con la música vibrante de Keefus Ciancia. Los actores, liderados por Damian Lewis y Kelly Macdonald, dan todo de sí, pero el guion no está a la altura de sus talentos.
Personajes atrapados en sus estereotipos
Damian Lewis interpreta a los hermanos Peter y Will Radley, aportando una diferencia justa entre ambos. Por otro lado, Kelly Macdonald logra explorar el subtexto de adicción, aunque sin poder llegar a un clímax satisfactorio para su personaje. La película aborda temas como la homosexualidad y la adicción de manera superficial, perdiendo la oportunidad de profundizar en ellos.
Una narrativa fragmentada e incoherente
El uso inconsistente del folklore vampírico genera más confusión que intriga. A menudo se da por sentada la familiaridad del público con el género, pero no se establecen normas claras. Esto deriva en una comedia referencial fugaz y un drama momentáneo que no saben mantener el interés del espectador, dejando a su paso momentos inconexos y desaprovechados.