Adaptación cinematográfica de un clásico
‘The Summer Book’ es una adaptación del querido libro de Tove Jansson, que lleva más de cincuenta años esperando llegar a la pantalla grande. La película, dirigida por Charlie McDowell, aborda el sutil desafío de traducir una narrativa íntima llena de penas no expresadas y momentos de sanación en el aislado y hermoso entorno del Golfo de Finlandia. McDowell consigue capturar gran parte del cálido y suave resplandor del sol de Jansson, aunque no alcanza completamente la profundidad poética de la obra original. Al disfrutar de esta película, se nota la conexión personal y el amor del autor por el paisaje, lo que hace que este proyecto de adaptación sea especialmente desafiante.
El papel central de Glenn Close
La presencia de Glenn Close es indudablemente el corazón de ‘The Summer Book’. Ella interpreta a una abuela que, con su benevolencia tranquila y cansada, es el ancla de lo que podría ser un doloroso viaje familiar. Mientras la película no depende del poder de las estrellas ni de grandes efectos cinematográficos, el personaje de Close es fundamental en mantener la historia unida. Su actuación es contenida y gentil, evitando caer en el sentimentalismo fácil, mientras se mantiene siempre presente como una figura de apoyo y amor para Sophia, interpretada por la prometedora novel Emily Matthews. Close ofrece una interpretación memorable llena de detalles, desde su acento característico hasta su postura.
Narrativa tranquila y evocadora
La historia comienza con Sophia, una niña de nueve años, viajando con su padre y abuela a una isla remota donde su familia pasa los veranos. La ausencia de su madre, fallecida recientemente, es un tema que atraviesa el filme y se aborda con un enfoque sobrio y silencioso. Como espectadores, nos sumergimos en una atmósfera de calma interior, alejada de las emociones intensas del drama convencional. Algunos pueden encontrar la narración demasiado frágil, pero para aquellos que aprecian la sutileza y la poesía presente, la experiencia es enriquecedora. La relación de Sophia con su abuela envuelve cada escena con una calidez que reconforta.
Paisaje como protagonista
Otra estrella indiscutible de esta película es el paisaje mismo. Filmado por el talentoso Sturla Brandth Grøvlen, el escenario captura la textura y la esencia de un lugar que evoca recuerdos de por vida. Las playas de guijarros, los suelos forrados con agujas de pino y los cielos lavados por la piedra son retratados con una belleza que tienta a la reflexión y la nostalgia. La conexión entre el entorno físico y las memorias que crea es vital, resonando profundamente con los temas de la obra sobre el paso del tiempo y la sanación.
Conclusiones
En mi opinión, ‘The Summer Book’ es una película que prevalece por su capacidad de encontrar belleza en la cotidianidad. A pesar de su narrativa tenue, la película logra transmitir poderosas emociones a través de pequeños gestos y detalladas actuaciones. Glenn Close ofrece una interpretación magistral que ilumina cada escena con profundidad y comprensión. Aplaudo la dirección de Charlie McDowell por su respeto por el material original y su habilidad para captar la esencia de los veranos idílicos llenos de melancolía y esperanza. Esta obra, disponible en , es una experiencia cinematográfica que invito a ver, especialmente para aquellos que disfrutan de una narrativa enriquecedora y tranquila.