Una Mirada a la Historia de Amor
Cuando me adentré en el documental 'Tito, Margot and Me', dirigido por Mercedes Arias y Delfina Vidal Frago, no pude evitar sentir una mezcla de intriga y fascinación. Explorar la relación entre la reconocida bailarina británica Margot Fonteyn y el político panameño Roberto 'Tito' Arias es un viaje por un amor que marcó historia y fronteras. La obra ha sido seleccionada como la entrada oficial de Panamá para el Oscar a mejor película internacional, una decisión que resuena particularmente entre los locales quienes ya están familiarizados con los detalles históricos. Sin embargo, el documental despierta un interés más amplio al ilustrar la influencia de esta unión no solo en sus vidas, sino en los escenarios internacionales.
Un Vínculo Familiar Influye
Uno de los elementos más intrigantes es cómo Mercedes Arias, sobrina de Tito, aborda este proyecto. A pesar de haber conocido a su tío solo una vez, decide mirar hacia el pasado tras recibir una carta de una amiga que descubre una foto de la pareja. Esta conexión familiar añade una capa de misterio a la narrativa. La decisión de Mercedes de distanciarse de su legado político familiar dota a la película de un enfoque un tanto reacio, especialmente cuando su narración desaparece a mitad de la película.
Un Enfoque Wistful
El enfoque que adoptan Arias y Vidal Frago se aleja de la biografía convencional, optando por un tono que recuerda al realismo mágico de Gabriel García Márquez. Aunque no tienen acceso directo a los protagonistas, consiguen acercarse a través de entrevistas con familiares, quienes proporcionan recuerdos de segunda mano sobre la pareja. La introducción de una pareja de bailarines que refleja diferentes momentos en la vida de Fonteyn y Arias es una elección creativa que, aunque no siempre efectiva, logra transmitir la esencia de su relación.