Inicio Explosivo y Premisa Adictiva
Desde el primer minuto, 'Vincent debe morir' me capturó con su inusual propuesta, lanzándome a una espiral de comedia negra y suspenso. La inquietante situación de Vincent, interpretado magistralmente por Karim Leklou, al encontrar personas que repentinamente intentan asesinarlo, crea un gancho narrativo fascinante. Este arranque, lleno de humor y desesperación, establece una promesa narrativa que es difícil ignorar. Me vi reflexionando sobre esa vulnerabilidad humana y la empatía irrefrenable de ver a alguien perseguido por una razón desconocida.
Un Giro Hacia lo Inesperado
Stéphan Castang, con su dirección, sumerge la película en una mezcla entre la comedia y la ciencia ficción que mantiene un ritmo constante, al menos en sus tres cuartas partes. La habilidad con la que la película va adentrándose en lo absurdo y lo surrealista, aporta una frescura que, si bien mantiene su esencia de comedia negra, explora territorios que asemejan a un thriller psicológico. Vimala Pons, François Chattot, y Karoline Rose, con sus interpretaciones, añaden profundidad a este mundo que oscila entre lo cómico y lo dramático.
Desenlace y Reflexiones
Sin embargo, no podría ser honesto si no admitiera una ligera decepción ante el desenlace. Aquel inicial hervor de expectativas que Castang había logrado alzar, se desvanece hacia un final que no logra estar a la altura del impetuoso inicio. La película, a pesar de perder algo de su impulso narrativo hacia el final, me dejó pensando en su valentía por transgredir géneros y cómo, en ocasiones, la innovación no siempre llega a buen puerto.